Llegó la tan esperada segunda parte de este blog, para lxs ansiosxs, arrancamos.
Les prometí hablar de ciertas cosas, que creo son fundamentales y una de ellas es el apoyo publico y privado que necesitamos.
Ojalá esto fuera fácil de resolver. A veces contar con apoyos institucionales no es una opción, se puede decir: no voy a pedir ayuda a ninguna administración o institución. Pero existen pocos casos de autogestión exclusiva. Y por otra parte, tu propuesta y tu concepción inicial parten desde una lógica de coproducción, y por eso yo recomiendo diferenciar tres tipos de apoyos.
Apoyo en especies: mas fácil de encontrar que el apoyo económico, pero hay que tener en cuenta nuestra infraestructura y las que ya existen. Puede ser apoyo en especies donde nos ceden un espacio, lugares al aire libre por ejemplo, un teatro, una sala o un espacio para organizar un taller. El apoyo en especies también puede darse en otro tipo de cuestiones materiales: imprentas para volantes o afiches, programas de mano, pueden darte equipos de sonido, escenarios u otro tipo de necesidades técnicas que sean propiedad de las instituciones y puedan cedértelas, así como proporcionarte apoyo con personal de la administración que te ayude a desarrollar la actividad, por ejemplo cortes de tráfico, protección civil, limpieza, seguridad, etc.
Apoyo económico: normalmente existen tres vías para recibir dinero por parte de administraciones públicas o instituciones privadas, ya sean fundaciones o marcas.
* Subvención, como FNA, Mecenazgo, etc.
* Convenio, suelen darse tras una negociación concreta con la administración, firman un acuerdo por el aporte de recursos económicos, y las aportaciones en especies. Es mas fácil para aquellos festivales que ya llevan mucho tiempo consolidados.
* Publico, donde la administración sea quien pague los contenidos de tu festival. Esta fórmula se usa para pagar a los propios promotores del festival o para pagar directamente a artistas (por ejemplo el fee de proyección si se requiere). Surge del diálogo y la confianza entre la institución y el promotor de dicha actividad. Es mucho mas ágil para conseguir el dinero, pero también requiere de unos elementos concretos regulados en la ley, como el registro de AFIP, etc.
Respaldo institucional: este respaldo institucional debería atender a cuestiones de representatividad, con el apoyo de una institución se puede abrir la puerta de otras, de hecho es condición sine qua non en muchas convocatorias públicas; pero también debería atender a cuestiones de apoyo moral, de cuidado y de corresponsabilidad. También es de destacar el fenómeno crowdfunding o financiación colectiva, del que muchos eventos y festivales se han empezado a beneficiar en los últimos tiempos. Mediante plataformas especializadas, se pide a potenciales usuarios del festival que donen plata a cambio de recibir algún tipo de recompensa.
En cualquier caso, hay que dejar claro que no es fácil conseguir subvenciones o convenios, y lo que es más preocupante, es difícil conseguir el apoyo institucional. Creo que es importante presentar algo innovador y diferenciados por su temática, el lugar, su futuro público etc. Formar parte de una red federal ponen en valor el trabajo que se hace. Y contar con recursos y apoyo de instituciones locales nos hace ver mejor y fuertemente posicionadxs.
Equipo de trabajo
El equipo humano es lo más importante. Este debe ser profesional. Ser profesionales es conocer bien lo que hay que hacer y tener capacidad para aprender aquello que no sabemos. Saber consultar a quien puede ayudarte, construir un equipo que entienda y comparta los valores del proyecto, es fundamental.
Estos equipos se reúnen y toman nota de las decisiones que se van acordando, y deben reunirse según las necesidades que requieran ser puestas en común por todas las partes. Puede haber una persona que coordine o dirija todos los equipos, pero hay que huir de los personalismos y, si hay reuniones periódicas para coordinar, no es necesaria la figura de líder.
El equipo de personas que pueden formar parte de un organigrama de un festival dependerán de las complejidad del mismo y de la capacidad de movilización que tenga, así como de la capacidad de retribuir económicamente dicho trabajo. Por que sí, están trabajando, y mucho. Es importante que todos los trabajos sean remunerados de la manera más justa posible, y todas las personas que trabajan en un festival deben estar cubiertas. Debe ser una responsabilidad de la organización que todo artista o persona que forme parte del equipo humano se sienta cómodxs y pueda ser respestadx por su labor.
Organizar un festival implica mucho trabajo voluntario, muchas más horas que las que creemos o imaginamos, y muchas veces se recurre a estudiantes o personas en prácticas. Estos voluntarios culturales deben tener las mismas condiciones de cualquier trabajador o trabajadora, y hay que evitar siempre la explotación laboral y las malas praxis.
Para un futuro podemos hablar de convenios o permisos de exhibición cinematográfica, pero mi idea no es aburrirles, por eso voy a hacer una parte III, y juro será el final.
Mientras tanto, lean y analicen todo este sermón, muchas de estas cosas llevan tiempo gestionarlas, pero no son imposibles.
¡Manos a la obra!
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